Preparar el gallinero para la primavera garantizará que tus gallinas estén sanas, felices y productivas durante toda la temporada. Con una limpieza adecuada, buena ventilación, seguridad reforzada y atención a la alimentación e hidratación, disfrutarás de un gallinero en óptimas condiciones y gallinas en su mejor estado.
La primavera es una época de cambios, y si tienes un gallinero, es importante prepararlo para esta nueva estación. A medida que las temperaturas suben y los días se alargan, tus gallinas necesitarán algunos ajustes en su hogar para mantenerse cómodas, saludables y productivas. A continuación, te damos algunos consejos para adaptar el gallinero a la llegada de la primavera.
Después del invierno, es fundamental hacer una limpieza a fondo del gallinero. Retira el estiércol acumulado, cambia la paja vieja y desinfecta las superficies para eliminar posibles parásitos o bacterias. Aprovecha para revisar que no haya humedad excesiva ni moho en las paredes o el suelo. Además, puedes aplicar una capa de cal en el suelo y las paredes para prevenir la proliferación de hongos y bacterias.
Realizar una limpieza profunda no solo mejora la salud de tus gallinas, sino que también reduce los malos olores y la acumulación de suciedad que pueden atraer plagas. Recuerda también limpiar los nidos y renovar el material de cama para que tus gallinas estén cómodas y seguras.
Con el aumento de temperatura, la ventilación se vuelve clave para evitar la acumulación de humedad y malos olores. Asegúrate de que el gallinero tenga entradas de aire suficientes, pero sin corrientes fuertes que puedan afectar a las gallinas. Instalar mallas en las ventanas puede ayudar a mejorar la circulación sin permitir la entrada de depredadores.
También es recomendable elevar un poco el techo o instalar rejillas de ventilación en la parte superior del gallinero para mejorar la circulación del aire caliente que tiende a acumularse en los días más calurosos. Un ambiente bien ventilado ayudará a prevenir enfermedades respiratorias y mejorará el bienestar de las aves.
La primavera también trae más actividad de depredadores y plagas. Revisa que el gallinero no tenga agujeros o grietas por donde puedan entrar zorros, ratones u otros animales. Refuerza puertas y cercas si es necesario y mantén los alrededores limpios para evitar atraer visitantes no deseados.
Si cuentas con un cercado para que las gallinas salgan al aire libre, asegúrate de que no haya puntos débiles por donde puedan escapar o ser atacadas. Un buen método para reforzar la seguridad es usar malla metálica enterrada al menos 30 cm en el suelo para evitar que depredadores caven y accedan al recinto.
Con los días más largos y soleados, tus gallinas disfrutarán de más tiempo fuera del gallinero. Asegúrate de que tengan un espacio seguro al aire libre, con sombra suficiente y acceso a agua limpia en todo momento. Puedes incluir áreas con tierra o arena para que se den baños de polvo, lo cual ayuda a controlar los parásitos.
Si no tienen acceso a un área de sombra natural, instala toldos o estructuras con malla de sombra para protegerlas del sol intenso. Además, puedes plantar arbustos o árboles pequeños alrededor del corral para proporcionar refugio natural y mejorar el ecosistema de tu granja.
Durante la primavera, las gallinas pueden encontrar más insectos y vegetación para complementar su dieta. Asegúrate de proporcionarles un alimento balanceado y revisa si necesitan suplementos de calcio para mantener una buena producción de huevos.
También puedes incorporar alimentos frescos como verduras de hoja verde, frutas y semillas que les aporten vitaminas y minerales esenciales. Si decides ofrecer restos de cocina, asegúrate de que sean adecuados para su consumo y evita alimentos dañinos como el chocolate, el ajo o la cebolla.
El clima más cálido favorece la proliferación de ácaros, piojos y otros parásitos. Usa tierra de diatomeas o productos naturales en los nidos y en el suelo del gallinero para prevenir infestaciones. También puedes revisar a tus gallinas periódicamente para detectar signos de picazón o pérdida de plumas.
Además, mantener la zona de descanso y los nidos limpios reducirá el riesgo de infestaciones. Puedes introducir plantas repelentes de insectos, como la lavanda o la menta, en los alrededores del gallinero para disuadir a los parásitos de manera natural.
Con temperaturas más altas, es esencial que las gallinas tengan acceso a agua limpia y fresca en todo momento. Lava los bebederos con frecuencia para evitar la proliferación de bacterias y coloca el agua en zonas sombreadas para que no se caliente demasiado.
Si vives en una zona donde las temperaturas pueden ser extremadamente altas, considera instalar bebederos automáticos o añadir bloques de hielo en los recipientes de agua para mantenerla fresca durante más tiempo. La hidratación es clave para que las gallinas se mantengan saludables y activas.
El aumento de la luz solar en primavera favorece la producción de huevos. Sin embargo, asegúrate de que las gallinas tengan un ambiente adecuado y libre de estrés para que sigan poniendo regularmente. Proporciona suficientes nidos y revisa que estén cómodos y bien acondicionados con paja limpia.
También puedes asegurarte de que el alimento que reciben contiene los nutrientes adecuados para favorecer la puesta, como proteínas y calcio. Si notas que la producción de huevos es irregular, revisa si hay algún factor ambiental que pueda estar afectando a tus gallinas, como cambios en la dieta o presencia de depredadores cercanos.
Preparar el gallinero para la primavera garantizará que tus gallinas estén sanas, felices y productivas durante toda la temporada. Con una limpieza adecuada, buena ventilación, seguridad reforzada y atención a la alimentación e hidratación, disfrutarás de un gallinero en óptimas condiciones y gallinas en su mejor estado. Además, implementar buenas prácticas en la cría de aves no solo mejora su bienestar, sino que también puede aumentar la calidad y cantidad de la producción de huevos. ¡Aprovecha esta estación para darles lo mejor!
